la caja del ratón

Sin saberlo, el pequeño microorganismo que durante siglos fue llamado de las más distintas formas. Siendo asignado a formar parte de un grupo de detestables, culposos e inclusive saturantes criaturas oriundas de los siempre repulsivos alrededores húmedos que rodean a un bar, fue a parar a mi pensamiento. Teniendo cientos de alternativas posibles de indescriptibles formas de matar el tiempo tuve que hacerme de una que de bonito o productivo no tenia nada en lo absoluto o el finito. Ni siquiera el aire, con su gran sencillez hubiese dado tan decepcionante resultado al ser cuidadosamente estudiado por el ojo entrenado del que no tiene más hacer con su mente que inventar escenarios para consumar con astucia bravisimos encuentros con los habitantes de la tranquila ciudad de Brokopondo. {...}
Solo el tiempo pudo determinar que el ya tan aclamado ser era tan solo el residuo de un mal sueño que sin lugar a dudas hubiera sido un gran sujeto a investigaciones y pensamientos tan profundos como lo eran en ese entonces las esquinas de un cajón, que poco a poco iniciaba su transformacion {...}